lunes, 21 de diciembre de 2009

Prólogo del libro "Sabatorio..." escrito por Federico Bianchini, del Diario "El Clarín"- Argentina.


La selección


Conocí a Sandro Bossio Suárez en Cartagena, Colombia. Ambos habíamos sido invitados a un taller de Periodismo y literatura que la Fundación, presidida por Gabriel García Márquez (FNPI), dio en la húmeda ciudad caribeña. Allí, junto a otros periodistas y escritores de Latinoamérica, debatimos sobre la práctica periodística, el oficio del escritor, los cruces entre ambas experiencias. Allí oí hablar del Valle del Mantaro, de Huancayo, de la columna semanal “El Buen Salvaje” que, sábado a sábado, integra el suplemento cultural del diario Correo.
Tiempo después, aunque antes que usted, lector, tuve el gusto de leer la compilación, Sabatorio, con los textos más polémicos y ácidos publicados en el periódico. Por algunos de estos textos, Sandro Bossio Suárez fue abucheado en las calles; por otros, su nombre fue repetido varias veces en la homilía del arzobispo. Hay textos, lector, que lo harán reír; otros, lo sorprenderán. ¿O acaso usted sabía que Juan Pablo Segundo fue un respetable poeta social; que caperucita roja esconde entre líneas atisbos de travestismo, pedofilia y alusiones fálicas; que Frankestein no es el monstruo sino el científico creador?
Son textos breves, lector, lo comprobará en cuanto dé vuelta la página y estas palabras den paso a lo importante. Son textos intensos, que incitan a no detener la lectura, a seguir para reflexionar sobre la historia local, para conocer falsos poemas de Borges, el relato del encuentro entre el autor y Mario Vargas Llosa; el caso de los periodistas mentirosos que inventaban sus historias y con ellas se iban creando a sí mismos; las épocas en donde la gente conversaba durante días, a través de flores, sin decir una palabra; el Huancayo marciano; las contradicciones de la Biblia; la hipótesis de que fueron los chinos los descubridores del Perú.
Sandro Bossio Suárez, lector, no se anda con miramientos. Si lo piensa, lo escribe: el fútbol como opio de los pueblos (“erige falsos ídolos, embauca, desorienta, manipula, enfervoriza, enardece, compele, transforma a sus seguidores, los utiliza para amasar diversas fortunas, como cualquier otro dogma”), el fanatismo de los miembros del Opus Dei que sorprendentemente no es pecado como otros fanatismos, el señalamiento de los malos escritores: mercenarios de la literatura.
Desde los doce años, Bossio Suárez lee, investiga, selecciona y archiva frases, anécdotas, fechas, hechos curiosos que, sabe, le servirán para su trabajo literario o periodístico. Luego, generalmente los jueves, se sienta, piensa y escribe. A veces con más tiempo, otras apurado por el ritmo del cierre semanal del diario.
Opina, ironiza, se ríe de cosas que pasan en Huancayo, en Perú, en el continente, en el mundo. En los últimos cinco años, escribió cerca de trescientos cincuenta artículos. No lo demoro más, lector, a continuación: los mejores.
Federico Bianchini
Diario El Clarín
Buenos Aires, Argentina

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