Piglia nos enseña por qué una historia es novela y otra, cuento. Y un dato sobre cómo iniciar un relato.
Piglia dice: “La primera cuestión es si uno sabe, cuando tiene una historia, si va a ser un cuento o no. Habría una primera distinción de ciertas historias con duración limitada y otras que tienden a promover algo más parecido a una novela”. ¿Qué los diferencia?
“Quizás los cuentos están más conectados con las anécdotas y las novelas con los personajes . Por ejemplo, uno quiere contar un hijo que recibe un telegrama diciendo que su padre se ha suicidado y tiene que viajar a Mar del Plata; puede ser cualquiera el personaje que realiza esa acción. Mientras que habitualmente las novelas empiezan con personajes y luego se va definiendo la intriga.” Bien, entonces, ¿cuento o novela? “Mientras la ilusión mía con las novelas es que todas sean distintas, los primeros cuentos que he escrito en los años 60 y los que estoy escribiendo ahora son muy parecidos. Formalmente, quiero decir. Como si el cuento no fuera un espacio de experimentación como es la novela. Hay que pensar por qué pasa eso.”
“En broma, hace años repito que hay dos maneras de narrar: o uno cuenta un viaje o uno cuenta una investigación. Pero si uno cuenta un viaje, si uno empieza una novela con alguien que está por tomar un tren, algo de narración se va a encontrar. Cuenta que se va, después la razón por la que se va, se pelea, lo echaron, y el tipo sube y se encuentra con alguien: ‘¿Y usted dónde va?’ Y empieza a contar la historia del tren. Si no saben cómo empezar una novela empiecen así”.
domingo, 10 de abril de 2011
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