domingo, 10 de abril de 2011

Oswaldo Reynoso: Letras de la Urbe

Hace cincuenta años apareció la novela de Oswaldo Reynoso “Los inocentes”. Ahora una exposición rinde homenaje a esta obra pionera de la narrativa urbana en el Perú.



Por: Antonio Muñoz Monge

Al terminar de escribir su novela “Los inocentes”, Oswaldo Reynoso firmó y puso como referencia el lugar y la fecha: Chosica, junio–octubre 1960. Es en ese lapso que terminó de escribir la versión final de la historia que venía rumiando y contando entre amigos desde hacía tiempo, mientras se tomaba unas cervezas. En 1961, la editorial La Rama Florida del poeta Javier Sologuren publica “Los inocentes” en la colección Narradores Peruanos, dirigida por el poeta Washington Delgado.

La crítica adversa no se deja esperar; la novela es tildada de procaz, obscena, vulgar e insolente. Pero el 1 de octubre de 1961, a pocas semanas de su publicación, el escritor José María Arguedas escribe en este suplemento el artículo “Un narrador para un mundo nuevo”, donde anota: “Mientras leía los originales de los cuentos de Oswaldo Reynoso creí comprender, con júbilo sin límites, que esta Lima en que se encuentran, se mezclan, luchan y fermentan todas las fuerzas de la tradición y de las indetenibles fuerzas que impulsan la marcha del Perú actual, había encontrado a uno de sus intérpretes”.

Nacen los inocentes

“Esa es la primera impresión que asombra al adolescente venido de provincia a Lima”, Oswaldo Reynoso extiende los brazos y mira la calle: “Sí, las avenidas, la cantidad de gente que camina, los edificios, las luces de los avisos comerciales, las vitrinas, el tráfico causan un gran impacto. Yo llego a esta Lima a los veinte, veintiún años, y vivo en Breña, en la calle Recuay, a un paso de Alfonso Ugarte. De esas calles y esquinas nacen los protagonistas de ‘Los Inocentes’”.

La muestra

Como un homenaje por los 50 años del libro, en el Centro Cultural de España se exhibe la muestra “El tesoro de la juventud”, bajo la curaduría de Enrique Planas.

Los personajes siempre jóvenes de Reynoso inspiran a los artistas a celebrar una novela que es también un canto a la ciudad. Los personajes siguen siendo tan auténticos como en la ficción: nos seducen bajo los portales de la plaza San Martín, en las esquinas sucias del centro o incluso más lejos, en los rincones madrileños, donde los retrata Carmela García. “Los inocentes” es más que un libro fundador de nuestra narrativa urbana, es un retrato de la adolescencia exaltada, cuya apuesta estética todavía nos sacude

1 comentario:

  1. LA VERDAD ESA OBRA LOS INOCENTES DEBE SER VETADO PARA LA LECTURA DE NIÑOS Y ADOLESCENTES, TAL VEZ PARA LOS ADULTOS ESTA BIEN YA QUE ELLOS NO TIENEN NADA QUE APRENDER.

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