domingo, 15 de enero de 2012

ENTREVISTA A ULISES GUTIÉRREZ EN EL SOL DE LOS ANDES


Redactado por Jaime Bravo

¿Qué significa esta metáfora como título de tu última novela?

Cuando tenía bastante avanzada la escritura de la novela, llegó un punto en donde me estanqué; no sabía cómo avanzarla porque precisamente no tenía aún el título, y en una de esas noches de in- somnio que se me vienen, prendí mi computadora y me puse a navegar en la red, y no sé como terminé viendo la imagen de un pez que nadaba en la oscuridad con una linterna en la cabeza; resulta que este era uno de los peces abisales, que vienen en las profundidades de las fosas de las marianas; se decía que ese era el lugar más frio y oscuro del planeta, ‘ese tiene que ser el título del libro’, y ese tiene que ser el fondo. Si algo quiere se contar en ese libro es la historia de gente que a pesar de tanta oscuridad, tanto problema, ha sido capaz de generarse su propia luz y su propio camino.

Pareciera que ese título también engloba parte de los últimos 30 años de la historia del país…

En principio era inevitable contar una historia así. Yo he vivido los 80’ en Huancayo, y he sido testigo de esa violencia; y los 90’ en Lima, donde se sentía que la violencia ya llegaba a La Capital; y por supuesto he sido testigo del 2000, donde se daban intentos de reconciliación, en todos esos periodos he podido conocer gente con dramas inmensos, y gente que a pesar de esos dramas, han podido adelante; tengo amigos cuyas biografías son novelas, no tendrían que inventarse nada, creo que la mayoría de nuestra generación ha sobrevivido a eso, a una época tan violenta; y creo que sí, inconscientemente quise contar la historia que yo quería para mi país.
Entre “Ojos de pez abisal” y “The cure en Huancayo”, existe un cordón umbilical, donde los une escenarios huancaínos y que giran en torno a la violencia interna…

De hecho hay mucha coincidencia porque están narrados en el mismo espacio temporal, de los 80’, 90’ y 2000; tenían que estar relacionados porque son los recuerdos que me han marcado, porque fue inevitable escribirlos; pero creo con respecto a la ‘The cure en Huancayo’, la novela la he trabajado mucho más, y que la demás más tiempo me ha tomado escribirla, y ha sido mucho más dura, y ojalá que se note en la novela porque también las técnicas narrativas también han mejorado. De algún modo perteneces a la generación del 90’, y en ese época el escritor o bien se comprometía con su tiempo, o bien lo de- jaba de lado y escribía temas que no tenían nada que ver con lo sucedido.

¿Porqué elegiste lo primero?
Supongo porque en cierto modo es mi historia, y uno cuando empieza a escribir, inevitablemente lo hace sobre cosas que uno le pasa, o sobre cosas que a lo mejor le hubieran pasado, y eso también es mi caso.

¿Por qué no escribir banalidades?
No sé porque, creo que mis lecturas también influyeron. Por ejemplo Jaime Bayly no me gusta, alguna vez leí un libro suyo pero lo abandoné en las primeras paginas, porque era una libro que no te conmovía; porque de alguna manera narrar es eso: ponerse en el lugar del personaje y sentir lo que ese tipo siente, por ahí van las cosas, yo trato de contar lo que de alguna manera me ha pasado a mí y a mis amigos, en eso he tenido mucho suerte porque mis amigos han tenido tan mala suerte que les ha pasado miles de cosas, que me cuentan y yo las anoto y luego las voy narrando.

¿Pensabas que tu libro iba a tener esa recepción favorable de la crítica?
Uno escribe pensando en lo mejor que tiene dentro, y por su puesto espera eso, que a uno lo escribe les encante a lo demás y eso inevitablemente, esta relacionado a que la gente diga “oye, qué linda tu novela”, quien diga lo contrario está
mintiendo, en mi caso por puesto le he puesto el mayor de mis esfuerzos, por tratar de narrar una historia lo mejor posible, la gente que lo ha leído, como Iván Thays que ha hecho una crítica muy favorable, me ha hecho ver cosas que no había analizado, como la música por ejemplo: cómo el hilo conductor de todos los capítulos resultaba siendo la música.

Tu novela se inserta también en el tema político ¿Te habías plantado escribir una novela así, deslindándote de ambos bandos, y sin caer en los clichés?

Bueno, esto es ficción; si quisiera plantear mis concesiones políticas tendría que escribir un libro sociológico y no una novela, yo he tratado de contarlo tal como lo he vivido yo y mis amigos en esa época, que éramos gente decepcionada totalmente de la política, todos estábamos tan ocupados en ganarnos el pan de cada día, que ni siquiera había tiempo en pensar en la política, y menos en tomar partido en uno u otro bando, eso ha sido en general en la sociedad peruana, es esa realidad que yo quise plasmar en la novela, cómo la gran mayoría de los personajes, donde a pesar de que las bombas explotaban a sus alrededores seguían viviendo, iban a las fiestas, conversaban, hasta se enamoraban. Eso no quería decir que no nos importaba lo que sucedía en el país, lo que no nos importaban era cómo los bandos se mataban uno a otros, en el sentido es que no nos convencía nadie. Vivíamos en ese fuego cruzado y teníamos que enfrentar ese fuego
cruzado.

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