martes, 19 de junio de 2012

NUEVA PUBLICACIÓN: "En los altos infiernos" VOL No 9 de nuestro catálogo de poesía: rústica...de cartón piedra

"En los altos infiernos" de Ariel Marzal, es el nuevo libro de nuestra colección de poesía. Este poemario se presentará en el marco de la 4ta Feria del Libro Zona Huancayo-FELIZH.

sábado, 2 de junio de 2012

PRESENTACIÓN DE "El secreto de su asusencia"








NUEVA PUBLICACIÓN: "El secreto de su ausencia"

La novela de Giannina Sovero, es curiosamnete, una novela que transita por todas estas temáticas y que, transita por todas estas temáticas y que, además de mostrarnos su vida exterior , exhibe también el ritmo interno de la mujer, su realidad íntima, entrañable.
Sandro Bossio 

sábado, 11 de febrero de 2012

VANO OFICIO-Reseña de "Ojos de pez abisal" en el Blog VANO OFICIO del Diario el País de España.

POR:



Ivan Thays. (Lima, 1968) Autor del libro de cuentos Las fotografías de Frances Farmer y las novelas Escena de caza, El viaje interior, La disciplina de la vanidad, Un lugar llamado Oreja de Perro, Un sueño fugaz y El orden de las cosas. Ganó en el 2001 el Premio Principe Claus. Fue finalista del premio Herralde 2008. Fue considerado dentro del grupo Bogotá39 por el Hay Festival. Sus novelas han sido traducidas al francés, italiano y portugués. Dirigió durante siete años el programa televisivo Vano Oficio. Actualmente administra el comentado blog Moleskine Literario


Un lugar para descansar

Voy a hablar de un libro invisible. Es un libro que existe y está publicado, pero es invisible pues ha pasado inadvertido para la prensa y, por consiguiente, para las librerías, quienes le permiten dejar pocos ejemplares o, simplemente, no aceptan ninguno dado que no apareció en los medios. Y es una lástima porque ese libro es, para mí, el mejor que se publicó en el Perú en el 2011 y, por consiguiente, uno de los mejores libros latinoamericanos de estos años.

Se trata del libro de Ulises Gutiérrez Ojos de pez abisal. Él es alumno mío en los talleres de narrativa, lo que ha resultado ser una enorme fortuna para mí antes que para él, pues gracias a ese hecho anecdótico he podido enterarme de la existencia de su obra. Ha sido publicado por una editorial alternativa provinciana llamada Bisagra Editores y no es el modelo de escritor con glamour que uno suele esperar: es provinciano en Lima, más bien discreto y callado, ingeniero sanitario de profesión y de casi 40 años. Eso también ha contribuido, qué duda cabe, a su invisibilidad. Sin embargo, su talento y su voz asoma con firmeza en esta novela extraordinaria.

Ojos de pez abisal comienza en un bosque artificial en la estación de trenes de Kioto y termina en un retorno a Samaylla, el pueblo andino donde nació el protagonista, apodado Zancudo. Es una novela de aprendizaje donde se recorre, en retrospectiva, la vida de Zancudo, mientras narra en simultáneo el reencuentro con su amigo de la infancia en Kioto y su vida como becario en Japón. La amistad es un tema fundamental, pero también el amor. Encontramos un warma kuyay (amor de niño) hacia Celina, una muchacha tan dulce e ingenua como una paloma de campo, y termina con la detallada relación con una japonesa, experta en peces, de bellos ojos verdes y que se hace entender en un castellano aprendido en México.

Durante toda la novela, la sensación del protagonista es la desarraigo. No encuentra paz ni lugar de descanso en el exterior (huye de Samaylla hacia Huancayo, luego a Lima, después a Kioto) ni en el interior, porque su vida está signada por la muerte de su hermano a manos de un patrulla senderista. Una asesinato que él está decidido a vengar. El destino le da la oportunidad de cumplir con su amenza al encontrarse por casualidad con el asesino. La novela, que hasta entonces era amplia, de múltiples voces y escenarios abiertos, hace un close up sobre estos dos personajes, un contrapunto maravilloso donde la "verdad" (es decir, las distintas versiones de un mismo hecho) muestra su pluralidad y cada uno se presenta como víctima. Y es que fue eso lo que ocurrió, aunque ninguna novela lo haya dicho con tanta solvencia como la de Ulises Gutiérrez, en la década de los 80: los peruanos fuimos rehenes de una espiral de violencia cuyas consecuencias aún las pagamos como país.

La novela es una exploración sobre esos años, pero en todo momento evita el sesgo ideológico y más bien se vale de diferentes discursos (oralidad, cartas, emails) para dejar libre la interpretación. Zancudo es un personaje que vive en la confusión perpetua, que incluso piensa en el suicidio porque no pertenece a ningún mundo. O, mejor dicho, porque ha extraviado su mundo. Aquí el autor se muestra como un heredero directo de José María Arguedas y aquello que Mario Vargas Llosa calificó como la utopía arcaica; el lugar idílico perdido, ubicado en el mundo andino, y que es un espejo del mundo incaico, honesto y puro. Desvanecida la utopía, las escenas de Zancudo y su amigo reunidos en un Japón lleno de turistas y agitado por la proximidad del Mundial de fútbol del 2002 solo fortalece la sensación de desarraigo.

Ulises Gutiérrez no necesita dramatizar el escenario de la violencia política. Al contrario, los personajes de Ojos de pez abisal están instalados en un mundo fracturado pero, al mismo tiempo, global, que lo mismo cantan un huayno como "Porfía" o son fanáticos del rock progresivo. En una de las primeras escenas, un comandante de la policía libera a Zancudo de la leva porque puede reconocer en la radio de un camión "Breakfast in America" de Supertramp. La escena puede parecer frívola o poco creíble para quien espera una novela andina clásica. Pero aunque algunos capítulos son muy dolorosos y explícitos (como el del asesinato de su hermano), no hay en Ojos de pez abisal un sometimiento al molde de la novela política o indigenista sino la lectura que hace de esos años un testigo privilegiado.

Un pez abisal es una especie de la fauna marina, de aspecto monstruoso, que habita a partir de los 2,000 metros de profundidad. Como a esa profundidad no existe la luz, algunas especies han conseguido hacerse de una bolsa encima de los ojos, a manera de linterna, cargada de bacterias que brillan en la oscuridad. Es decir, los peces abisales en vez de renunciar a sus ojos han decidido generar su propia luz sometidos al abismo. No encuentro mejor manera de definir a Zancudo y la oscuridad donde está sumergido, pero ante la que no se rinde. El protagonista es un errante, pero también un superviviente. El regreso a Samaylla (que implica el traslado de la artificialidad del bosque de la estación de Kioto hacia el campo real, el de su infancia idílica) viene con un regalo. Samaylla, informa el narrador en las últimas líneas, significa un lugar para descansar.

Al igual que el mexicano Yuri Herrera, por poner solo un ejemplo, Ulises Gutiérrez es una de esas voces del interior que, al mismo tiempo, reafirman y desafían la tradición literaria de sus países. No es de extrañar que pronto esa invisibilidad aparente que sufre su novela se transforme en una justa visibilidad en las librerías peruanas y, por qué no, latinoamericanas y españolas. Lo vale.

martes, 31 de enero de 2012

"Ojos de pez abisal" el libro peruano del verano en Librerías limeñas





Adquiéralo YA!!! en:

Librerías Crisol:
Óvalo Gutiérrez
Av. Santa Cruz 816

C.C. Jockey Plaza
Av. Javier Prado Este 4200

ZetaBookstore:
Av. Comandante Espinar 219 - Miraflores

- Librerías El Virrey (Bolognesi 510, Miraflores)
- Librería Epoca (Comandante Espinar 864, Miraflores)
- Libros Peruanos (por internet o Benavides 449, Of 20, Miraflores).

domingo, 15 de enero de 2012

ENTREVISTA A ULISES GUTIÉRREZ EN EL SOL DE LOS ANDES


Redactado por Jaime Bravo

¿Qué significa esta metáfora como título de tu última novela?

Cuando tenía bastante avanzada la escritura de la novela, llegó un punto en donde me estanqué; no sabía cómo avanzarla porque precisamente no tenía aún el título, y en una de esas noches de in- somnio que se me vienen, prendí mi computadora y me puse a navegar en la red, y no sé como terminé viendo la imagen de un pez que nadaba en la oscuridad con una linterna en la cabeza; resulta que este era uno de los peces abisales, que vienen en las profundidades de las fosas de las marianas; se decía que ese era el lugar más frio y oscuro del planeta, ‘ese tiene que ser el título del libro’, y ese tiene que ser el fondo. Si algo quiere se contar en ese libro es la historia de gente que a pesar de tanta oscuridad, tanto problema, ha sido capaz de generarse su propia luz y su propio camino.

Pareciera que ese título también engloba parte de los últimos 30 años de la historia del país…

En principio era inevitable contar una historia así. Yo he vivido los 80’ en Huancayo, y he sido testigo de esa violencia; y los 90’ en Lima, donde se sentía que la violencia ya llegaba a La Capital; y por supuesto he sido testigo del 2000, donde se daban intentos de reconciliación, en todos esos periodos he podido conocer gente con dramas inmensos, y gente que a pesar de esos dramas, han podido adelante; tengo amigos cuyas biografías son novelas, no tendrían que inventarse nada, creo que la mayoría de nuestra generación ha sobrevivido a eso, a una época tan violenta; y creo que sí, inconscientemente quise contar la historia que yo quería para mi país.
Entre “Ojos de pez abisal” y “The cure en Huancayo”, existe un cordón umbilical, donde los une escenarios huancaínos y que giran en torno a la violencia interna…

De hecho hay mucha coincidencia porque están narrados en el mismo espacio temporal, de los 80’, 90’ y 2000; tenían que estar relacionados porque son los recuerdos que me han marcado, porque fue inevitable escribirlos; pero creo con respecto a la ‘The cure en Huancayo’, la novela la he trabajado mucho más, y que la demás más tiempo me ha tomado escribirla, y ha sido mucho más dura, y ojalá que se note en la novela porque también las técnicas narrativas también han mejorado. De algún modo perteneces a la generación del 90’, y en ese época el escritor o bien se comprometía con su tiempo, o bien lo de- jaba de lado y escribía temas que no tenían nada que ver con lo sucedido.

¿Porqué elegiste lo primero?
Supongo porque en cierto modo es mi historia, y uno cuando empieza a escribir, inevitablemente lo hace sobre cosas que uno le pasa, o sobre cosas que a lo mejor le hubieran pasado, y eso también es mi caso.

¿Por qué no escribir banalidades?
No sé porque, creo que mis lecturas también influyeron. Por ejemplo Jaime Bayly no me gusta, alguna vez leí un libro suyo pero lo abandoné en las primeras paginas, porque era una libro que no te conmovía; porque de alguna manera narrar es eso: ponerse en el lugar del personaje y sentir lo que ese tipo siente, por ahí van las cosas, yo trato de contar lo que de alguna manera me ha pasado a mí y a mis amigos, en eso he tenido mucho suerte porque mis amigos han tenido tan mala suerte que les ha pasado miles de cosas, que me cuentan y yo las anoto y luego las voy narrando.

¿Pensabas que tu libro iba a tener esa recepción favorable de la crítica?
Uno escribe pensando en lo mejor que tiene dentro, y por su puesto espera eso, que a uno lo escribe les encante a lo demás y eso inevitablemente, esta relacionado a que la gente diga “oye, qué linda tu novela”, quien diga lo contrario está
mintiendo, en mi caso por puesto le he puesto el mayor de mis esfuerzos, por tratar de narrar una historia lo mejor posible, la gente que lo ha leído, como Iván Thays que ha hecho una crítica muy favorable, me ha hecho ver cosas que no había analizado, como la música por ejemplo: cómo el hilo conductor de todos los capítulos resultaba siendo la música.

Tu novela se inserta también en el tema político ¿Te habías plantado escribir una novela así, deslindándote de ambos bandos, y sin caer en los clichés?

Bueno, esto es ficción; si quisiera plantear mis concesiones políticas tendría que escribir un libro sociológico y no una novela, yo he tratado de contarlo tal como lo he vivido yo y mis amigos en esa época, que éramos gente decepcionada totalmente de la política, todos estábamos tan ocupados en ganarnos el pan de cada día, que ni siquiera había tiempo en pensar en la política, y menos en tomar partido en uno u otro bando, eso ha sido en general en la sociedad peruana, es esa realidad que yo quise plasmar en la novela, cómo la gran mayoría de los personajes, donde a pesar de que las bombas explotaban a sus alrededores seguían viviendo, iban a las fiestas, conversaban, hasta se enamoraban. Eso no quería decir que no nos importaba lo que sucedía en el país, lo que no nos importaban era cómo los bandos se mataban uno a otros, en el sentido es que no nos convencía nadie. Vivíamos en ese fuego cruzado y teníamos que enfrentar ese fuego
cruzado.